¿Y esto de qué va?

El Proyecto Sobrevolando, desarrollado completamente por voluntarios/as, busca reforzar la población de lechuza (Tyto alba) en la Vega de Granada mediante "hacking", con la educación ambiental como eje transversal.

El acusado declive, de hasta un 40%, en las poblaciones de lechuza común (Tyto alba) que muestra el Programa de Seguimiento de Avifauna 2011 de SEO/BirdLife ha de ser un estímulo para la toma de decisiones realistas y comprometidas que busquen preservar el futuro de la que fue en otros tiempos una de las aves rapaces nocturnas más conocidas y mejor distribuidas de nuestro país. Con los objetivos de reforzar y mejorar la población de lechuza en la Vega de Granada (un paisaje compuesto por un mosaico de cultivos que representan el hábitat ideal para esta especie), recuperar la relación entre lechuzas y agricultores (más estrecha antaño) y dar lugar a una plataforma educativa y divulgativa única para estudiantes universitarios interesados en la conservación del medio natural, nace el “Proyecto Sobrevolando”.

El proyecto se ejecutará en el IFAPA de Granada, con una envidiable ubicación en la Vega granadina que hace creer en la viabilidad del proyecto y un hábitat que cumple los requisitos para trabajar con la especie. Se desarrollará un hacking o “crianza campestre” de lechuza dentro de las instalaciones del IFAPA durante la primavera/verano del presente año 2013. Los pollos proceden del Centro de Cría y Recuperación de Rapaces Nocturnas “Brinzal” de Madrid, un centro especializado en nocturnas convertido en todo un referente en nuestro país. La metodología para ejecutarlo se basará en la experiencia de colectivos y especialistas que han demostrado ser punteros en este campo, asegurando la viabilidad de la idea y el futuro de las aves implicadas.

SAOBI (Sociedad Andaluza de Ornitología y Biodiversidad) y Audax Meles, instituciones andaluzas con reconocida experiencia en el manejo de especies amenazadas, dirigirán técnicamente el proyecto que cuenta con el apoyo del IFAPA y el de investigadores de la Universidad de Granada, lo que da a esta idea el rigor y el aplomo necesarios para convertirse en una realidad solvente.

La intervención de estudiantes en esta peculiar formación extra académica será un impulso y un catalizador para su implicación en pos de la defensa del medio natural, otorgándoles asimismo una primera toma de contacto con este tipo de proyectos. El seguimiento de la dieta de las lechuzas que acaben por asentarse en la zona dará argumentos de peso para que el agricultor vuelva a verlas como aves amigas. Y la mejora en la población granadina de la especie será el mejor broche para este proyecto que nace ahora.